Reportaje del Diario Información elaborado en nuestro centro Vistasol5.
Tras 18 meses de pandemia, los abrazos han vuelto a las residencias de ancianos. Con la mejoría de la situación epidemiológica y el avance de la vacunación, la Conselleria de Igualdad ha eliminado la obligación de guardar la distancia física en las visitas que los familiares y allegados hacen a los mayores, con la condición de que ambos estén vacunados y que el centro se encuentre en zonas de bajo riesgo por coronavirus, como es la ciudad de Alicante.
En las residencias ha sido un día de alegría, de besos, abrazos y lágrimas por empezar a recuperar lo que la pandemia les arrebató hace año y medio. «Entiendo las restricciones que se impusieron por el coronavirus, pero ya tenía muchas ganas de poder abrazar a mi abuela y tocarla. Se hacía muy duro venir a verla en horario restringido y tener que hablar con ella a distancia», explica Elisa Peñalver, quién visita a su abuela Catalina, de 93 años, en nuestra residencia Vistasol5. Junto a su madre y a su tía cubrían de besos a la anciana y la abrazaban. Ella, que apenas puede hablar y moverse, les respondía apretándoles la mano y con una sonrisa que aunque la mascarilla tapaba era visible en los ojos. «Ellos lo han pasado muy mal, así que esperemos que este sea el inicio de un mayor alivio de las restricciones, lo que significará que la pandemia va bien», sostiene Peñalver.