Pepe LLorca, CEO de VISTASOL5 habla con farmacéutico Alfonso Nuñez-Cacho Canales sobre la medicación en casa
Esta semana, vamos a hablar, de algo tan importante para nuestros mayores, como es la medicación, en muchas ocasiones en Casa, son ellos, los que toman medicamentos a discreción, y con poco control, en muchas ocasiones, son los familiares, los que una vez a la semana, van a la casa y preparan los BLISTERS, para toda la semana, e incluso ellos mismos tienen en algunas ocasiones ansiolíticos, sin control alguno.
He pensado que lo mejor para hablar de esto, era hacer unas preguntas básicas, entendibles y cotidianas, respondidas por un profesional comprometido, responsable, inquieto, pro activo, y sobre todo, dispuesto a atender cualquier necesidad de los mayores, en los centros que desde su farmacia suministra a diario.
Esto es lo que le pregunte al farmacéutico D. ALFONSO NUÑEZ-CACHO CANALES, y espero que les resulte interesante.
¿Cree usted que los mayores toman al día demasiadas medicinas?
Es labor de la atención primaria revisar y actualizar los tratamientos del paciente cada cierto tiempo. Normalmente en personas mayores se producen más cambios durante el año.
En cualquier caso, en la farmacia, por la facilidad de acceso para los usuarios, se detecta a veces más rápido si un paciente ya no toma algún tipo de medicación.
En farmacias rurales o de poblaciones no muy grandes, si esto pasa, es práctica habitual comunicar al médico de cabecera para que cite al paciente, actualice o interrumpa tratamientos y así se mantengan activos únicamente los que cada persona necesite.
¿Cuál es el proceso de la prescripción de un fármaco desde la necesidad de un mayor hasta que llega al centro donde vive?
Cuando un paciente acude a su médico de cabecera, éste identifica el problema e intenta buscar la solución, un tratamiento que puede ser farmacológico o no.
Si la solución implica comenzar un tratamiento farmacológico, se justifica la prescripción y el nuevo tratamiento aparece al instante en la receta electrónica del paciente o bien se le entrega receta privada, en caso de optar por esta vía. El paciente, sus familiares o el centro de mayores donde resida, pueden acudir a cualquier farmacia para disponer de su nuevo tratamiento.
¿Es el farmacéutico casi un asesor de sus pacientes, que van con dolencias y necesidades de todo tipo?
Si el paciente acude a la farmacia con síntomas menores como congestión nasal, tos, diarrea, estreñimiento, fiebre, acidez, dermatitis…por poner algunos ejemplos, es labor del personal de la farmacia identificar el problema y ofrecer igualmente una solución, farmacológica o no, adecuada al paciente, teniendo en cuenta información importante como si el paciente toma algún tipo de medicación, si es alérgico, etc…
Hay veces que simplemente con información y consejo farmacéutico (la frase tan conocida; consulte a su farmacéutico) se logra resolver el problema. De cualquier modo, la solución siempre debe ser eficaz y segura.
¿Cree usted que hay muchos ciudadanos que se sienten mejor atendidos por su boticario que por su centro de salud?
Los centros de atención primaria tienen, por lo general, un horario más comprimido que el de cualquier farmacia. La enorme accesibilidad que tiene un paciente al consejo de un sanitario cualificado en quien confía, como es el farmacéutico, es indudable. Es la coordinación entre todos los actores de la sanidad lo que posibilita que tengamos uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo, a mi juicio.
Actualmente existen en España más de 22.000 farmacias comunitarias, 22.000 puntos de acceso sin cita previa a atención sanitaria cualificada. Pero la farmacia no es solo un establecimiento sanitario. Es también un lugar al que acudir a cualquier hora en busca del consejo de alguien cercano, accesible y, en muchos casos, amigo.
Existen muchas personas que se automedican aunque el control de ciertos medicamentos y la educación ciudadana ¿Ahora es mejor que hace años?
Es labor de todo el sistema sanitario concienciar al usuario en este aspecto, ya que un uso indebido de medicamentos, sin indicaciones y sin supervisión puede producir efectos no deseados, en algunos casos graves. El médico y el farmacéutico tienen que advertir al paciente sobre el beneficio del uso racional de los medicamentos. Pero sí, en este aspecto, la sociedad es más responsable porque está más informada ahora que antes.
¿Deberían suministrarse por las industria farmacéuticas envases de distintas duraciones en el tiempo según pauta médica, para que si el paciente necesita 3 tomas al día durante 10 días fuera la caja de 30 y no de 50, que luego sobran 20 comprimidos ?
Ciertos fármacos para tratamientos agudos están disponibles en envases de tamaño tal que al finalizar el tratamiento alguna vez pueden sobrar unas pocas unidades, como ocurre con los analgésicos. Pero la mayoría de fármacos para enfermedades agudas sí están disponibles en envases con cantidades optimizadas para la duración del tratamiento, como los antibióticos, por ejemplo. Y los fármacos para enfermedades crónicas no deben sobrar porque lo normal es que duren en el tiempo. Si se observara que sobran, hay que acudir a que se le ajuste la dosis.
¿Qué es un punto Sigre? ¿Y cuándo debemos de llevar las medicinas sobrantes a dicho punto?
Todos los medicamentos sobrantes y los caducados deben depositarse en el punto SIGRE de cualquier farmacia, que es el “Sistema Integrado de Gestión y Recogida de Envases”, el cual se encarga de completar el ciclo del medicamento, evitando que los envases o los restos de medicamentos se mezclen con residuos de otro tipo y acaben contaminando el medio ambiente.
Artículo publicado en 12endigital